6 de diciembre de 2013

Perdió el campeón

Me habla Joe Koizumi desde Tokio, y me cuenta que es toda una controversia en Japón la derrota de Daiki Kameda el pasado martes, pese a la cual conservó el título supermosca de la FIB.

Su pelea con el venezolano Liborio Solís (16-3-1, 7 ko) era por la corona, pero éste no dio el peso. Marcó 117.5 libras en lugar de las 115 requeridas. Le ofrecieron las dos horas de reglamento para bajar pero dijo “no, gracias” y a continuación bebió siete botellas de agua y Coca Cola porque estaba al borde del colapso.

Pelearon, pero como lo indican las reglas Solís ya no podía campeonar. Ganó Liborio por decisión dividida y, según Koizumi, el público japonés “¡y algunos expertos!” ---dice Joe escandalizado--- no entienden por qué perdiendo sigue siendo campeón.

“Porque el título se gana y se pierde dentro de la división”, le explico, algo que él ya sabe.

Curioso que no se entienda. Siempre ha sido así y está bien que así sea. Responde a un razonamiento lógico, y Japón es un país boxístico.