17 de diciembre de 2013

Hace 61 años

El comisionado de boxeo de Nueva York se llamaba Bob Christenberry, y por fin se puso serio cansado de que los campeones se mofaran de todos exponiendo sus títulos ante rivales mediocres. Obligó al titular de los semicompletos, Joey Maxim, a arriesgar la corona ante un desafiante verdadero.

El aspirante se llamaba Archibald Lee Wright y hacía 16 años que combatía profesionalmente como Archie Moore, sin conseguir la oportunidad que merecía.

Pelearon el 17 de diciembre de 1952.

Maxim pagó la factura, siendo golpeado inmisericordemente por Moore, en Saint Louis, de modo que los jurados se vieron obligados a reconocer el triunfo del nuevo campeón. Un cronista explicó: “Así nunca nadie le pegó a nadie”.

Moore, que tenía 36 años y había sido durante 10 el aspirante más calificado sin recibir la oportunidad, ganó 800 dólares. Maxim ganó 100,000. En su pelea 108 como profesional, Archie Moore se convertía, por fin, en el rey. Campeón mundial, no campeón interino como les llaman ahora a los muchachos, humillándolos.

Hubo alguien que no perdió en aquella pelea de la que les conté: Jack Kearns, apoderado de Maxim. Se convertía en manager de Archie Moore, porque había condicionado firmarlo para que hubiera pelea. Ya entonces eran listos estos señores, como ustedes pueden ver.