22 de julio de 2014

Recordando a Sonny Liston

Hace ya más de 43 años (31 de diciembre de 1970) apareció muerto en su residencia de Las Vegas, sin que la policía pudiera aclarar jamás qué pasó con él, Charles Sonny Liston, un fantástico, bravo, salvaje, ex campeón mundial de peso completo. Sonny Liston. 

Es contra quien se consagró campeón mundial Muhammad Alí en 1964, quitándole el título en Miami. Sonny Liston era tan reconocido como campeón que en esa pelea contra Alí era el único favorito de todos los expertos... digo de todos, sin excepciones.

Toda una historia la de Sonny liston que nació en 1932 en el seno de una familia en la que contándolo a él eran 25 hermanos, ¡25!. Su padre Tobe Liston era recolector de algodón en Arkansas y a Sonny lo puso a recoger algodón a los 8 años, doblada la espalda y bajo el sol. La forma de pensar del papá era que el que tiene edad para comer tiene edad para ganarse la comida.

Si el ambiente en la casa era malo las cosas no mejoraron cuando hizo un intento por ir a la escuela por primera vez cerca ya de sus 10 años de edad. Se multiplicaron las burlas porque era grande, casi gigantesco, y analfabeto. A los 16 años abandonó trabajo y escuela y se reunió con los niños y jóvenes peores ejemplares de su comunidad y se dedicó a asaltar restaurantes y tiendas.

En 1950 ingresó en la penitenciaría del estado de Missouri, allí dentro conocería al sacerdote católico de la prisión, el padre Alois Stevenson, el director de deportes de dicho penal, que lo llevó al gimnasio y guió sus primeros pasos en el pugilismo. De él dijo Liston: "Fue el primer hombre que habló conmigo en lugar de darme órdenes". El padre Stevenson le puso en contacto con dos hombres del mundo del boxeo que le buscaron hacer una sesión de sparring en la cárcel con un peso pesado local de cierto prestigio, Thurman Wilson.

En aquellos momentos, Liston no era más que un aficionado, pero en cuatro asaltos ganó por abandono, pues Thurman se negó a continuar peleando. En el 52, consiguió la condicional y comenzó su andadura en el boxeo amateur, ganando el campeonato de los guantes de oro, el título más importante en el boxeo amateur americano, y de donde salen los futuros campeones mundiales.

Ese fue el principio para quien sería un gran campeón. La carrera boxística iba bastante bien hasta que volvió a tener problemas con la ley, cuando en mayo de 1956 tuvo un pleito con un patrullero de policía y volvió a estar entre rejas.

Al salir de prisión, volvió a instalarse en Filadelfia junto a su mujer Geraldine. Allí conseguiría la protección de dos capos de la mafia, Frankie Carbo y "Blinky" Palermo, que mandaban en dicha ciudad. En aquellos tiempos la mafia actuaba en el boxeo como una auténtica ave de rapiña. Sólo hay que ver cómo estaba el contrato: el 52% era para Frankie Carbo, el 24% para John Vitale, y el 24% para él y su manager Pep Varone. Fue el último campeón mundial que caería en las garras de la mafia. Muhammad Alí, a continuación, rompió esas ataduras al estar protegido por la secta de la Nación del Islam.

En el 59 Liston dio un gran paso a la consagración al ganarle a Geraldo Niño Valdés, un gran peso completo cubano, algunos dicen que el boxeador más sucio que ha existido... sucio de suciedad, afirmaban que no se bañó nunca... pero lo cierto es que la pelea llevó a Liston al título mundial de Floyd Patterson a quien en 62 y en 63 noqueó las dos veces en el primer round. Después Alí acabaría con él, con Sonny...

Pero ganarle a Patterson fue toda una odisea abajo del ring. Por aquellos tiempos el movimiento pro-derechos civiles, liderado por el doctor Martin Luther King, estaba consiguiendo grandes avances por la integración de la comunidad negra, y veían a Floyd Patterson como un hermano que actuaba de paladín por la causa, y si Sonny Liston, ex delincuente y ex convicto ganaba, traería problemas al movimiento pro-derechos civiles.

Percy Sutton, director de la Asociación nacional Para el Progreso de las Personas de Color lo dejó claro: "Estoy a favor de Patterson porque él nos representa mejor de lo que podría hacerlo Liston". Para muchos miembros de la comunidad negra, que ganara Liston suponía volver a los inicios ahora que los hombres negros estaban en el mudo del blanco; que llegara Liston era volver a los comienzos. Los papeles estaban repartidos, el campeón Floyd Patterson era el negro bueno, y el aspirante era el negro malo.

Así fue la vida de Liston, dificultad tras dificultad. Siguió peleando hasta 1970, 6 meses antes de morir. Su última pelea fue contra Chuck Wepner, a quien derrotó. Se dijo que Liston no quiso vender la pelea y que eso le costó la vida porque la mafia no perdonaba, pero nunca se supo nada con claridad. Un día apareció muerto y como si hubiese aparecido muerto un insecto, nunca más se supo.

Lo único que no puedo contestar es por qué no se hizo una película de una de las vidas más dramáticas que yo conozca de un boxeador, y eso que conozco muchas desgarradoras.

En sus últimos años de vida decía con frecuencia "cuando yo ya no esté a lo único que aspiro es a que me recuerden como el buen esposo que fui para Geraldine, y que la gente sepa que siempre quise ser un hombre bueno y nunca me dejaron".

20 de julio de 2014

Para Rigondeaux el tiempo apremia y su gran noche no llega

Guillermo Rigondeaux tiene casi 34 años, y sus proyectos en el boxeo profesional se siguen posponiendo. Pasó gran parte de su vida --12 años—peleando como amateur e hizo 250 peleas, con todos los honores. Este sábado su aparición número catorce como profesional duró lo que dura un suspiro. Ganó, pero una vez más el lucimiento esperado y prometido quedó para otro día.

Su víctima ahora, en Macao, China, fue el tailandés Sod Kokietgym, quien se libró por muy poco de ser señalado como el culpable de un combate fraudulento. No sabremos jamás si de verdad no podía continuar o hubo mala fe y abortó la pelea desde la primera caída por encontronazo de cabezas (no cabezazo, no es lo mismo).

Encontronazo (graben esta palabreja) debemos decir, y ojalá mis amigos periodistas del boxeo dejaran de decir cabezazo intencional o no intencional, porque no podemos medir las intenciones y porque intentar hacerlo es premiar a los reyes de la infracción. Marvin Hagler, por ejemplo, que era capaz de cabecear diez veces a su oponente sin que nadie lo viera.

Los reglamentos del deporte deben decir: ‘a tal falta tal penalización’. Nada más. Ya sé que me van a recordar que los reglamentos del boxeo utilizan la palabra intencional. Los reglamentos del boxeo están llenos de sinrazón.

El encontronazo de Rigondeaux y Kokietgym fue inocuo. En el mundial de futbol vi docenas de choques de cabezas más exorbitantes y los damnificados siguieron jugando. Sin embargo el tailandés nos regaló una actuación teatral digna de grandes escenarios. Y aun, suponiendo que yo esté equivocado, le quedaba pedir tiempo al réferi de la pelea, porque todos sabemos que para estos casos el reglamento concede hasta cinco minutos de tolerancia. ¡Qué sacrosanta necesidad de reanudar de inmediato! Si se lo preguntáramos (a Kokiet y al réferi) no lo podrían explicar.

¡Y qué sorpresa la vuelta a la pelea! Inocente y pueril, Kokietgym, fue a saludar con choque de guantes a Rigo. Conmovedora ingenuidad, lenguaje hipocorístico. Es boxeo profesional, señores, y un combatiente de setenta peleas no tiene atenuantes del error que cometió. Rigondeaux amagó un saludito y recompuso su accionar para descargar un uno-dos que terminó la pelea. Kokietgym andaba en la baba, así decimos en México. Y el cubano hizo lo que le reclamábamos que no hacía en las peleas anteriores, fue concluyente.

Tampoco me creí del todo la gravedad del estado del de Tailandia. Recuerden que la pegada de Rigo no rompe un huevo, y el Kokietgym que no tuvo fuerzas para seguir peleando sí la tuvo para hacer una fingida protesta escandalosa. Que se vaya al… a Tailandia.

Yo, en fin, no le creí nada, y lo lamento por Guillermo Rigondeaux que sólo infortunio ha encontrado en el camino.

La gran victoria del cubano sobre Nonito Donaire, en abril de 2013 en Nueva York, tiene valor, pero no alcanza para decir que fue su gran noche. Necesita algo que lo ponga en la historia, antes de que se le haga tarde. Podría pelear con el ganador entre el español Kiko Martínez y el irlandés invicto Carl Frampton (éste curiosamente apodado ‘el Chacal’, igual que Rigo) que se medirán el 6 de septiembre en Belfast. También el michoacano mexicano Leo Santa Cruz está en los planes. Ganando una de estas posibles peleas, si la calidad de la pelea es muy buena, habrá aportado un poco a su consagración, sin duda.

Que se apure, Guillermo Rigondeaux. Él sabe que el paso del tiempo es el peor de los enemigos.

En la noche de Macao el chino Zou Shiming se transformó en peleador de clase mundial al derrotar por decisión en dura pelea al colombiano Luis de la Rosa. Primer combate de Zou programado a 10 rounds, y lo hizo muy bien, superando las limitaciones que en su nueva condición de profesional le veníamos señalando. Verlo es un imperativo por su calidad y porque es el héroe del país más poblado del mundo. Zou Shiming, ganador de tres medallas olímpicas, es la razón excluyente del despertar de China al boxeo.

No menos sorprendente fue la victoria del mexicano Gilberto Ramírez. El zurdo de Mazatlán aplastó al australiano Junior Talipeau provocándole tres caídas en el primer round. Julio César Chávez dijo en nuestra transmisión las dos cosas que había que decir. Uno: lo hizo maravillosamente; y dos: no hay que echar las campanas a volar. Tiene ahora 29-0 que es llamativo y prometedor, pero su oposición ha sido baja y mediana. A los 23 años lo que debe hacer es ajustar los tiempos y programar una ruta inteligente hacia un campeonato del mundo, sin apresurarse y sin cometer errores.